PASCENDI DOMINICI GREGIS

PAPA San Pío X

Descripción

San Pío X y la Encíclica Pascendi Dominici Gregis: El Pastor que Desenmascaró al Modernismo

San Pío X, el papa de la Eucaristía y del Reinado de Cristo, publicó el 8 de septiembre de 1907 una de las encíclicas más luminosas y proféticas de la historia de la Iglesia: Pascendi Dominici Gregis. En ella, el Santo Pontífice, movido por su celo pastoral y su amor ardiente a la Verdad revelada, desenmascara el error más peligroso de los tiempos modernos: el modernismo, al que llama con justicia “la síntesis de todas las herejías”.

Como un verdadero padre y médico del alma de la Iglesia, San Pío X examina el modernismo en sus raíces, en su desarrollo y en sus efectos devastadores. No lo reduce a una simple opinión teológica, sino que lo muestra como una corrupción integral de la fe católica, que pretende adaptar la verdad eterna a las modas del pensamiento humano. El modernismo nace —enseña el Papa— de un falso concepto de la fe, entendida no como adhesión a la verdad revelada por Dios, sino como un sentimiento interior, subjetivo y cambiante. De esa raíz venenosa brotan todos los errores: la negación de los milagros, del dogma, de la inspiración de la Sagrada Escritura, de la divinidad de Cristo y, finalmente, de la autoridad misma de la Iglesia.

San Pío X muestra que el modernista, con apariencia de católico, destruye desde dentro los cimientos de la fe. En nombre de una “renovación” o de un “progreso” espiritual, vacía el Evangelio de su contenido sobrenatural y convierte la religión en una experiencia humana más. Por eso, el Papa advierte que el modernismo no se combate sólo con argumentos, sino con la santidad de vida, la formación sólida en la doctrina de Santo Tomás de Aquino y la vigilancia del clero. En su firmeza pastoral, instituye medidas concretas para proteger al pueblo fiel: exige la condena de los libros modernistas, impone el Juramento Antimodernista y promueve la enseñanza del tomismo como baluarte de la ortodoxia.

Pascendi Dominici Gregis es una advertencia eterna. En tiempos donde el relativismo y el subjetivismo vuelven a presentarse bajo nombres nuevos, la voz de San Pío X sigue resonando con fuerza: “Nada hay más necesario que la defensa de la verdad católica frente a los errores que quieren corromperla desde dentro.”

El Papa santo nos recuerda que la Iglesia no necesita modernizarse, sino santificarse; no adaptarse al mundo, sino convertir al mundo a Cristo Rey.

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