Evangelio San Mateo 9, 14-17

San Mateo 9, 14-17

En aquel tiempo, se acercaron a Jesús los discípulos de Juan para preguntarle:
«¿Por qué nosotros y los fariseos ayunamos, pero tus discípulos no ayunan?»
Él les respondió:

«¿Acaso pueden guardar luto los invitados de la boda mientras el esposo está con ellos? Llegará el día en que les arrebatarán al esposo, y entonces ayunarán. Nadie pone un remiendo de tela nueva en vestiduras viejas, porque arruinaría tanto la tela como el remiendo. Tampoco se echa vino nuevo en odres viejos, porque revientan; el vino nuevo se echa en odres nuevos, y así ambos se conservan.»

Mensaje

¿Hasta cuándo vas a seguir remendando una vida vieja en lugar de dejar que Cristo te haga nuevo?
Jesús vino a darnos una vida nueva que transforme toda nuestra existencia desde dentro. Él quiere cambiar tu corazón por completo.

El vino nuevo es la gracia de Dios, su amor (Caridad), su Espíritu. Pero no puede ser derramado en un corazón viejo, endurecido, dividido, lleno de pecado mortal. Un corazón así no resiste la santidad de Dios, y se rompe. Por eso necesitamos morir al hombre viejo, a esa parte de nosotros que se aferra al pecado, a la vanidad, al orgullo – soberbia, a la lujuria, a la comodidad, al resentimiento o al egoísmo.

Necesitamos morir al hombre viejo, a esa parte de nosotros que se resiste a dejar el pecado. El odre viejo es el católico tibio, que no se confiesa bien, que ha perdido el asombro por Dios y vive para agradar al mundo, para cumplir con los deseos del cuerpo y sin darse cuenta se deja influenciar por el demonio.

Jesús te quiere todo para Él.

Para ser odre nuevo, necesitas una confesión valiente, humilde y completa. No una donde escondas o minimices los pecados, sino una verdadera confesión perfecta: con dolor por haber ofendido a Dios y con propósito firme de no volver a pecar. Esa confesión abre tu alma para recibir los dones del Espíritu Santo.

Los 7 Dones del Espíritu Santo

  1. Sabiduría: Nos ayuda a ver todas las cosas con los ojos de Dios. Da gusto por las cosas del cielo y nos hace preferir lo eterno sobre lo pasajero.
  2. Entendimiento: Ilumina nuestra mente para comprender mejor las verdades de la fe y profundizar en el Evangelio con claridad interior.
  3. Consejo: Nos guía para tomar buenas decisiones según la voluntad de Dios, especialmente en momentos difíciles o de duda.
  4. Fortaleza: Nos da fuerza para resistir el pecado, superar pruebas, vencer el miedo y ser fieles a Dios incluso cuando cuesta.
  5. Ciencia: Nos ayuda a reconocer qué viene de Dios y qué no, y a ver la belleza y el orden de la creación con sentido espiritual.
  6. Piedad: Nos mueve a tratar a Dios como Padre amoroso y a los demás como hermanos, con ternura, reverencia y compasión.
  7. Temor de Dios: No es miedo a Dios, sino respeto profundo y amoroso que nos aleja del pecado porque no queremos ofenderlo.

El católico tibio vive en pecado mortal sin darse cuenta, porque ha perdido la sensibilidad espiritual. Y en un alma dominada por el pecado, el Espíritu Santo no puede actuar. Solo cuando hay arrepentimiento sincero y confesión, el alma se transforma en odre nuevo, capaz de contener el vino nuevo de la gracia de Dios.

Cuando un padre o una madre confiesan todos sus pecados mortales, la familia entera comienza a respirar gracia. Los hijos se contagian de fe, la casa se purifica, y el amor florece. Pero todo comienza cuando uno decide dejar atrás el pecado y abrirle el corazón a Dios sin reservas (1° Mandamiento: Amar a Dios sobre todas las cosas).

“No intentes remendar tu alma rota con parches humanos: entrégasela a Cristo, confiesa tus pecados mortales y Él te hará nuevo, para que el Espíritu Santo derrame en ti sus 7 dones.”

Invitación para hoy

  • 1. Haz una confesión perfecta: Examina tu conciencia a fondo, con humildad y dolor de corazón. No maquilles tus pecados. Entrégaselos a Cristo con propósito firme de no volver a pecar.
  • 2. Rompe con el catolicismo tibio: Deja de vivir una fe de rutina. No te conformes con ser “bueno”. Jesús te llama a ser santo, a vivir con radicalidad y fuego interior.
  • 3. Pide al Espíritu Santo los 7 dones: Ora hoy en familia, pidiendo que el Espíritu llene tu hogar con sus dones. Pero recuerda: el Espíritu no habita donde hay pecado mortal.
  • 4. Renueva tu corazón en familia: Lean juntos este Evangelio y cada uno pregúntense: ¿qué pecados mortales tengo que dejar?

Con cariño y bendición,

El equipo de Confesión Perfecta
“El Sacramento que cambiará tu Vida y salvará tu Alma”

Scroll al inicio