Descripción

Los Cánticos de San Luis María Grignion de Montfort son una colección de poemas y canciones espirituales que el santo escribió para instruir, mover el corazón y elevar las almas a Dios. No son simples versos devocionales: son auténtica teología cantada, nacida del celo apostólico de un misionero que deseaba llevar a todo el pueblo —ricos y pobres, sabios e ignorantes— a un encuentro vivo con Jesucristo por medio de la Santísima Virgen.

Montfort fue, además de teólogo místico, un gran poeta y cantor. Usó el canto como instrumento de evangelización, especialmente en sus misiones populares. Por eso sus cánticos tienen un tono:

• profundamente doctrinal,
• inmensamente ardiente,
• muy sencillo y popular,
• y totalmente impregnado de amor a Jesús y María.

1. Cánticos para enseñar la fe

Muchos de estos poemas fueron compuestos para enseñar verdades fundamentales del cristianismo a personas sencillas. En ellos explica:

• el misterio de la Trinidad,
• la Encarnación,
• la Redención,
• la gracia y el pecado,
• las virtudes cristianas,
• la necesidad de la conversión,
• el combate espiritual.

A través de imágenes simples, Montfort transmite doctrinas profundas, como un catecismo cantado.

2. Cánticos sobre la Virgen María

Aquí se manifiesta toda la fuerza de su alma mariana. Los cánticos dedicados a la Santísima Virgen:

• la exaltan como Madre de Dios y de las almas,
• explican su papel en la Redención,
• la presentan como camino seguro hacia Cristo,
• preparan el alma para la consagración total,
• enseñan a vivir la verdadera devoción.

Estos cánticos son, en cierto modo, el corazón popular del espíritu montfortiano.

3. Cánticos sobre la Cruz y el combate espiritual

Otros cánticos están dedicados al misterio de la Cruz, que para Montfort es la firma de los predestinados. En ellos el santo:

• exalta el valor del sufrimiento unido a Cristo,
• enseña a abrazar la voluntad de Dios,
• advierte contra el espíritu del mundo,
• anima al alma a seguir a Cristo pobre, humillado y crucificado.

Son cánticos que forman el carácter cristiano, firme y generoso, propio de quien quiere ser santo.

Son muy hermosos los cánticos que dedica a la cruz, especialmente:

• el 11, La fuerza de la paciencia, de treinta y nueve estrofas;

• el 13, La necesidad de la penitencia;

• y el 19, El triunfo de la cruz

4. Cánticos para misiones y actos de piedad

Montfort los utilizaba para:

• procesiones,
• rosarios,
• actos de reparación,
• meditaciones de la Pasión,
• reuniones con niños y familias.

Por eso muchos tienen una estructura simple y melodías fáciles de recordar, permitiendo que todo el pueblo participe. Son instrumentos de evangelización.

5. Cánticos proféticos y escatológicos

Algunos cánticos miran hacia el futuro de la Iglesia.
San Luis de Montfort habla de los “apóstoles de los últimos tiempos”, almas formadas por María para renovar la Iglesia y combatir el mal. Estas composiciones contienen una fuerza extraordinaria y un tono casi profético, que ha marcado profundamente la espiritualidad mariana.

6. El estilo espiritual de los Cánticos

Los cánticos reflejan plenamente el alma del santo:

• amor ardiente a Jesucristo Sabiduría Eterna,
• confianza absoluta en la Virgen María,
• desprecio santo del mundo y del pecado,
• deseo de salvar almas,
• alegría cristiana aun en medio de la cruz,
• simplicidad evangélica,
• celo apostólico inagotable.

Por eso no son sólo textos para cantar: son meditaciones profundas que forman la mente y el corazón.

Los Cánticos de San Luis María de Montfort son:

• un tesoro de espiritualidad tradicional,
• un catecismo popular en forma de poesía,
• un canto constante a Jesús y a María,
• un manual práctico para vivir la Cruz y la devoción mariana,
• una herramienta de misión y evangelización,
• y un eco del espíritu profético del santo.

Leerlos es dejarse enseñar por un maestro de la vida interior; cantarlos es participar de su ardor apostólico; meditarlos es caminar hacia la verdadera santidad.