Meditaciones Sobre los Ángeles

San Luis Gonzaga

Descripción

El libro “Meditaciones Sobre los Ángeles” de San Luis Gonzaga es una joya espiritual casi desconocida, pero de un valor inmenso para el alma que busca vivir en gracia, en recogimiento y en la presencia continua de Dios. San Luis, adornado por la pureza angélica que la Iglesia reconoce en él, nos abre en estas meditaciones una puerta hacia el mundo invisible en el que los Ángeles, ministros del Altísimo, cumplen sin cesar su obra de adoración, custodia y combate.

El santo joven jesuita contempla y enseña desde la experiencia interior, con una profundidad que refleja la tradición perenne de la Iglesia. Cada meditación ayuda al cristiano a comprender:

  • La grandeza y perfección de las criaturas espirituales.
  • Su papel en el plan divino.
  • Su misión en la santificación de las almas.
  • La importancia de vivir en amistad y docilidad con el propio Ángel custodio.
  • La necesidad de unirnos a los Ángeles en la adoración al Santísimo Sacramento y en la reparación por los pecados del mundo.

San Luis nos invita a una devoción viril, doctrinalmente sólida y profundamente sobrenatural, propia de un alma que comprende la seriedad del combate espiritual.

Ángel de la Guarda

San Luis Gonzaga dedica páginas de especial ternura y firmeza doctrinal a la misión del Ángel de la Guarda, subrayando varios puntos fundamentales que conviene destacar:

San Luis recuerda que el Ángel de la Guarda es un príncipe celestial elegido por Dios para acompañarnos desde el primer instante de nuestra existencia. Él ve siempre el rostro de Dios y, a la vez, vela por nosotros sin cansancio.

Según San Luis, el ángel custodio recibe de Dios el mandato de proteger el alma, inspirarla al bien, alejarla del pecado y prepararla para la visión beatífica. Nunca abandona su misión, aun cuando el hombre, por su pecado, se aleja de Dios.

El santo dice que si conociéramos el número de peligros de los que nos libra nuestro ángel cada día, caeríamos de rodillas de gratitud.

San Luis enseña que el ángel:

  • Nos inspira pensamientos santos.
  • Nos advierte de los peligros.
  • Nos consuela en las tentaciones.
  • Presenta nuestras oraciones ante el trono de Dios.
  • Nos acompaña en la muerte para defendernos de los ataques finales del demonio.

Es un compañero fiel que nunca abandona, porque su caridad hacia el alma que custodia nace del mismo Corazón de Dios.

San Luis exhorta a que tratemos a nuestro Ángel de la Guarda con:

  • Respeto, porque es un espíritu más perfecto que nosotros.
  • Gratitud, por los beneficios que continuamente otorga.
  • Confianza, porque su misión es cuidar de nuestra salvación.
  • Docilidad, porque sus inspiraciones son suaves pero firmes.

El santo recomienda hablarle durante el día, pedirle consejo, invocarlo antes de cada acción importante y unirnos a él especialmente en la oración.

El santo señala que quien medita frecuentemente en la presencia de su Ángel custodio se siente invitado a vivir con mayor pureza, modestia, caridad y silencio interior. La conciencia de estar siempre bajo la mirada de un ángel santo ayuda a evitar el pecado y a guardar el corazón para Dios.

San Luis afirma que el trato fiel con el Ángel de la Guarda es una de las armas más eficaces contra el demonio, porque el alma permanece más vigilante y más unida a Dios.

Este libro, aunque breve, es una escuela de vida interior. Quien lo medita con humildad y espíritu de fe aprenderá a vivir:

  • Más unido a Dios.
  • Más recogido.
  • Más protegido.
  • Más consciente del combate espiritual.
  • Más dispuesto a la santidad.

San Luis Gonzaga, modelo de pureza y devoción angélica, conduce al lector a amar a los Ángeles y, por medio de ellos, a amar más perfectamente a Dios.

(usa el traductor de la web para leer el libro en español)

Scroll al inicio