“Entonces descubriendo Su Divino Corazón: He ahí este Corazón, que ha amado tanto a los hombres, que nada ha perdonado hasta agotarse y consumirse para demostrarles Su Amor, y en reconocimiento no recibo de la mayor parte sino ingratitud, ya por sus irreverencias y sus sacrilegios, ya por la frialdad y desprecio con que me tratan en este Sacramento de Amor.“ Santa Margarita María de Alacoque, Autobiografía, revelación del Sagrado Corazón
“El culto del Corazón, o su esencia, consiste en corresponder al infinito amor con que nos ama, y en reparar sus ofensas con cuantos obsequios puede inventar la piedad cristiana.” Tesoro Escondido escrito por el Padre Juan de Loyola por mandato del Beato Bernardo Francisco de Hoyos.
Ante la crisis sin precedentes que devasta la Iglesia y la sociedad moderna, este documental nos recuerda el único remedio divino ofrecido por Nuestro Señor Jesucristo: la devoción al Su Sacratísimo Corazón.
Como católicos estamos llamados no solo a la piedad personal, sino a la Reparación de los ultrajes que el Divino Corazón recibe, especialmente de aquellos que lo han abandonado en este “Sacramento de Amor” (la Santa Eucaristía, centro de nuestro culto).
Este profundo análisis, basado en las revelaciones de Santa Margarita María de Alacoque y las enseñanzas inmutables de la Iglesia (León XIII, Pío XI), se desglosa en tres pilares fundamentales para el alma católica militante:
- Consagración Total: La entrega incondicional de nuestra voluntad y nuestra libertad al Corazón de Jesús, despojándonos de los errores modernos y el apego a las cosas terrenales para que Él reine verdaderamente en nuestras vidas.
- Apostolado de la Fe: La misión de extender el Reino Social de Cristo Rey en los hogares, las familias y las naciones. La tibieza y el respeto humano no son opción; debemos ser apóstoles valientes de la Verdad.
- Reparación y Desagravio: La obligación de consolar al Corazón de Jesús por las ofensas, sacrilegios y la ingratitud de los hombres, mediante la penitencia, la mortificación y una vida de fervor y sacrificio.
Solo mediante esta consagración sin reservas y el espíritu de reparación podremos poner “una firme muralla contra las impías maquinaciones de los enemigos de Dios y de la Iglesia”, asegurando nuestra perseverancia final y la salvación de las almas.
Viva Cristo Rey
El Poder del AMOR: En este mundo existen fuerzas capaces de arrasar poblaciones enteras en pocos minutos, en el universo hay otras que pueden acabar con nuestro mundo en fracción de segundos, y hay una que puede destruir antes que lo podamos pensar, pero que prefiere construir y regalar; esa fuerza se manifiesta como un poder impetuoso, es el poder del Amor.
