
Historia
Su enseñanza era casi exclusivamente oral, impregnada de la metodología catequética más innovadora, y se distinguía por el equilibrio entre exégesis, espiritualidad y fidelidad apostólica.
Su enseñanza era casi exclusivamente oral, impregnada de la metodología catequética más innovadora, y se distinguía por el equilibrio entre exégesis, espiritualidad y fidelidad apostólica.
Su enseñanza era casi exclusivamente oral, impregnada de la metodología catequética más innovadora, y se distinguía por el equilibrio entre exégesis, espiritualidad y fidelidad apostólica.
Eusebio de Cesarea y San Jerónimo narran que Panteno fue enviado por su obispo —San Demetrio— como misionero al Oriente, hasta la India, Arabia o Etiopía.
En su viaje descubrió comunidades cristianas que conservaban un manuscrito en hebreo del Evangelio de San Mateo, supuestamente llevado por el apóstol San Bartolomé.
Panteno regresó a Alejandría con una copia, recuperando así un valioso tesoro de la tradición cristiana antigua.
Dirigió la escuela hasta finales del siglo II, posiblemente hasta el año 200 (o incluso hasta el reinado de Caracalla, entre 211 y 217)
No se conservan escritos propios suyos, pero su influencia perdura a través de San Clemente y Orígenes.
Falleció en paz, dejando una tradición viva de fidelidad apostólica, pedagogía cristocéntrica y celo misionero.
Se celebra el 7 de julio a San Panteno porque ese día fue reconocido litúrgicamente como su memoria en antiguos martirologios latinos, en especial por su papel como pionero en la evangelización de tierras lejanas.
Lecciones
1. La búsqueda de la perfección: fusionando razón y fe:
San Panteno muestra cómo la fe y la razón se complementan, con el cristianismo respondiendo a la búsqueda de la verdad del hombre.
2. La pedagogía cristocéntrica: formar con amor y verdad:
San Panteno enseñó que la catequesis debe centrarse en Cristo y ser vivida, no solo transmitida intelectualmente. Su modelo de enseñanza integra exégesis (análisis – interpretación del autor), espiritualidad y fidelidad apostólica.
3. La misión: ir más allá de las fronteras conocidas:
El celo misionero de San Panteno demuestra que el cristiano está llamado a llevar el Evangelio a todas las naciones sin temor a las dificultades.
“San Panteno nos enseña que la sabiduría reside en vivir la fe con valentía, llevando el Evangelio a todos los rincones del mundo.”