Santa Rita de Casia: La Santa de lo Imposible

Historia

Santa Rita de Casia, nacida como Margherita Lotti en 1381 en Roccaporena, Italia, desde temprana edad mostró un profundo deseo de consagrarse a Dios. Sin embargo, obedeciendo a sus padres, contrajo matrimonio con Paolo Mancini, un hombre de carácter violento. Durante años, Rita soportó con paciencia y oración los maltratos de su esposo, logrando finalmente su conversión.

Tras el asesinato de su esposo, Rita enfrentó el dolor de ver a sus hijos deseando vengar la muerte de su padre. Ella oró fervientemente para que Dios los apartara del pecado, y ambos fallecieron poco después, evitando así que cometieran actos de violencia. Quedando sola, Rita buscó ingresar al convento de las Agustinas en Casia, pero fue rechazada en varias ocasiones. Finalmente, gracias a su perseverancia y a una supuesta intervención divina, fue aceptada y vivió allí el resto de sus días en oración y penitencia.

Durante su vida en el convento, Santa Rita recibió un estigma en la frente, una herida que simbolizaba su unión con el sufrimiento de Cristo. Además, se le atribuyen numerosos milagros, tanto en vida como después de su muerte, lo que le valió el título de “Santa de lo Imposible”.

Santa Rita fue canonizada en 1900 por el Papa León XIII. Su cuerpo se conserva incorrupto en la Basílica de Casia, y su festividad se celebra cada 22 de mayo. Es considerada patrona de las causas imposibles, de las mujeres maltratadas y de las madres que sufren por sus hijos

Lecciones

1. Paciencia y oración en el sufrimiento:

Santa Rita nos enseña a soportar las adversidades con fe y a confiar en la oración como medio de transformación.

2. Perdón y reconciliación:

Su capacidad para perdonar a su esposo y orar por la conversión de sus hijos nos muestra el poder del perdón y la importancia de buscar la paz.

3. Perseverancia en la vocación:

A pesar de los obstáculos, Rita nunca renunció a su deseo de servir a Dios, demostrando que la perseverancia en la vocación es fundamental.

4. El poder de la Cruz sana y convierte:

La señal de la Cruz, hecha con fe, liberó a su atacante de la parálisis, y a su alma del paganismo. Hospicio fue testigo de que el amor de Cristo vence el odio, y su misericordia transforma a los enemigos en hermanos.

5. Unión con el sufrimiento de Cristo:

Su estigma (Espina de la Corono del Señor en la frente) vida de penitencia reflejan una profunda unión con el sufrimiento redentor de Jesús, invitándonos a ofrecer nuestras propias penas por amor a Dios.

“En medio de las pruebas más dolorosas, Santa Rita encontró en la cruz de Cristo la fuerza para amar, perdonar y perseverar; su vida nos recuerda que no hay causa imposible para quien confía plenamente en Dios.”

Fuentes: CalendariodeSantos, Vida Santas, Santopedia, Wikipedia, ACI Prensa, EWTN

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